
MILAGROS MENGÍBAR, PREGONERA XLVI FESTIVAL
PREGONERA XLVI FESTIVAL
MILAGROS MENGÍBAR (BAILAORA)
BIOGRAFÍA
Nacida en Triana en 1952, Milagros Mengíbar es uno de los máximos exponentes actuales de la Escuela Sevillana, a la que homenajeará mañana sobre las tablas del Teatro Central de Sevilla dentro del ciclo Flamenco viene del sur. La suya es la historia de la constancia, y su recorrido en el baile, un arquetipo de una época: nacida en un hogar humilde pero con dotes artísticas, estudió con las mejores maestras de su época y se forjó en los tablaos.
Desde pequeña bailaba y cantaba, pero empezó como profesional en el tablao El Patio Andaluz de Sevilla con 13 años. En una entrevista publicada en la revista La Flamenca explica: “Yo iba con mi madre [al tablao] y cuando llegaba la inspección me quedaba con ella en el camerino y no podía salir a bailar hasta que se iban. Me daban trescientas pesetas diarias, que era un dineral en aquella época, en el año 68. ¡Nueve mil pesetas al mes! Y ya en mi casa se comía calentito. La vida entonces era muy difícil para todo el mundo. Y más mi madre, con doce hijos y sin mi padre…”
Con 17 años entra en la academia de Matilde Coral y ahí se forma en la más pura tradición de la Escuela Sevillana, un estilo en el baile flamenco que arranca en el siglo XIX y que se caracteriza por la estilización de la figura, el manejo de la pausa y la figura, esencialmente femenina, concentración en el braceo y las manos. Es un baile elegante, estético, plástico. El uso de la bata de cola, el mantón de Manila y los abanicos son otros de los elementos característicos de este estilo.
Todo esto lo personifica Mengíbar. Su baile es sobrio, depurado, estilizado, con los pasos perfectamente marcados, siguiendo la estructura tradicional. Uno de los elementos que le distinguen es el manejo de la bata de cola. Mengíbar no la usa como reclamo estético, ni como un adorno: en su propuesta la cola baila como una extensión de su cuerpo.
Mengíbar tiene un compromiso también con la transmisión del legado, y desde hace algunos años, es profesora de baile en la escuela de la Fundación Cristina Heeren de Sevilla, en la que insiste en transmitir una tradición de la que ella es también heredera.